El Quisifuma

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El Qisifuma es un célebre personaje de el Parque Vallejo (agujero cercano a Azuqueca de Henares) muy amistoso, trabajador y lleno de energía.

Se le reconoce por su manera de andar, ya que tiene chepa y cojera, sus entradas (que le impiden saber dónde parar cuando se lava la cara) su simpatía (siempre te guiña un ojo), también conocida como ser tuerto, que nunca le veras dejar de andar (a no ser que sea para sacarse un cigarrillo), que camina más rápido que muchos coches, que trabaja en todos los locales de la urbanización y en los jardines sin cobrar un duro, que es amigo de todos los comerciantes de la zona (que son 3 o 4, a destacar Super Mario con su bar madridista al que no va ni él) y , tal vez lo más importante, que se guarda el tabaco en los calcetines (puede que de ahí derive su chepa, ya que tener que agacharse para un cigarrito no es bueno).

Historia

Hace unos años eran tiempos mejores para él, tenía un poco más de pelo, era un hombre respetado y tenía un perro llamado Bocachocli o Lassy o algo así. De repente un buen día le dió por andar con el perro como a Forrest Gump (pronunciese Fores Gam). Cada día caminaba más rapido y su perro cada vez llevaba peor el ritmo. Desapareció de las vidas de la gente una temporada y volvió sin perro (tal vez falleció debido al agotamiento de ir de una punta a otra de la urbanización mucho más rápido que un halcón). Su vida sin su perro Toby o Puskas o como se llame no tenía sentido. Había perdido la visión de un ojo y su costumbre de guardarse tabaco en los calcetines le estaba costando una incipiente chepa/joroba.

Finalmente resurgió de sus cenizas y supo adaptarse a los tiempos, entrando primero a trabajar como jardinero y vigilando las obras y cosas así, pasando a recoger la basura y llevar la mercancía en El Fogón Del Vallejo, y, por último, trabajando en las panaderías y bares como colaborador, siempre sin olvidarse de sus orígenes, por lo que de vez en cuando da demostraciones de jardinería a jóvenes sedientos de ganas de aprendizaje. Cabe mencionar que todos estas cosas las ha hecho cobrando una miseria o no cobrando una puta mierda vamos.

También cabe destacar el hecho de que, a pesar de su sacrificada vida en busca del nirvana para el resto de ciudadanos, de sus multitrabajos tan apasionantes, de no cobrar nada por hacerlo y sólo querer la sonrisa de los niños como agradecimiento, nunca se le ha visto invitando a nadie a un cigarrillo, a pesar de tener una fuente interminable de ellos en los calcetines.